miércoles, 5 de octubre de 2011

Necesidad, o no de las Nuevas Tecnologías


El efecto Google es la alteración en el proceso de aprendizaje y en el desarrollo que se produce cuando una persona tiene a golpe de clic las nuevas tecnologías. Esta nueva manera de enfrentarse a los conocimientos no es ni siquiera consciente. Cuatro experimentos publicados en la revista Science el 15 de Julio  demuestran que las personas están utilizando ya Internet como una extensión de la propia memoria. Consistia en que a estudiantes universitarios voluntarios, se les mostrase una serie de informaciones típicas de revistas de curiosidades. Al escucharlas, tenían la opción de teclearlas para incluirlas en un fichero del ordenador. Y ahí estaba el truco. En los distintos experimentos había varias posibilidades: que los datos se guardaran, o que el voluntario recibiera la información de que iban a ser borrados. También había casos en que los datos iban a un archivo fácilmente accesible, o a otro más complicado de encontrar. Luego se les preguntaba qué recordaban. El resultado es contundente: los que creían que iban a poder consultar fácilmente el ordenador no se habían tomado la molestia de aprenderse los datos, y los que pensaban que la información se había borrado se acordaban mejor. taba qué recordaban. No hace falta ser estudiante para haber experimentado este cambio en el uso de la memoria. 

"Los estudiantes usan Internet como una memoria externa", afirma Betsy Sparrow, una de las autoras del trabajo. "¿Pero es eso malo?"

Podríamos decir que el impacto de Internet en nuestra manera de aprender es bueno y, a la vez, malo. La psicóloga clínica Beatriz Azagra lo explica así: "Las nuevas tecnologías sirven para desarrollar actitudes y que los alumnos se interesen por otras cosas" Centrándose en los niños, Azagra, destaca que hay muchos estímulos que el niño se pierde con las nuevas tecnologías, así como también se vee afectados aspectos del comportamiento y aprendizaje. La psicóloga clínica Esther Legorgeu indica cuatro aspectos en los que ella cree que se está produciendo un perjuicio: El interés por los textos escritos y la capacidad de comprensión están empeorando y la capacidad de imaginación está disminuyendo, porque las nuevas tecnologías lo dan todo hecho. Esta situación implica el decrecimiento del esfuerzo mental, es decir, afectando a la memoria que razona y la que almacena información. Otro aspecto afectado, es el  de "atención a lo verbal", con esto, los profesores lo tienen más difícil, ya que los niños están sobreestimulados.

Pero no todo es malo, la psicóloga cree que las nuevas tecnologías fomentan "el autoaprendizaje", ya  que "cuando alguien está motivado, le cuesta menos profundizar", y también favorecen la memoria visual.

El impacto del uso de las nuevas tecnologías es tan grande que incluso hay quien se plantea que pudiera llegar a afectar al cerebro. Lo que está claro es que la incorporación masiva de estas nuevas tecnologías supone una mejora, aunque también un esfuerzo de adaptación, que supone adaptarse a nuevos aparatos. Esto tiene un reflejo en el cerebro.

Como explica el jefe de Neuroimagen de la Fundación Centro de Investigación en Enfermedades Neurológicas (CIEN), Juan Álvarez-Linera, la clave de todo este asunto está en la plasticidad del cerebro y afirma que siempre se había pensado que era un órgano muy estático, ahora, con las técnicas de resonancia magnética funcional y magnetoencefalografía se ha visto que, por el contrario, es un órgano terriblemente plástico. Por eso Legorgeu piensa que "como todos los cambios influyen en el cerebro, las nuevas tecnologías también, igual que en el desarrollo cognitivo".

Al combinar esta capacidad de adaptación del cerebro con las nuevas tecnologías se ve que el “entrenamiento y los hábitos producen cambios en el cerebro, y al revés”

Un caso claro del efecto del uso del cerebro es la llamada reserva cognitiva. Esta capacidad se ha visto que es importante en pacientes con enfermedad de alzhéimer, indica Álvarez-Linera. "Las personas sometidas a un entrenamiento cerebral prolongado, como el trabajo intelectual, tardan más tiempo en desarrollar el deterioro propio de la enfermedad. De alguna manera, tienen como un colchón, la enfermedad tarda más tiempo en dar la cara, ya que tienen más recursos para compensar esos déficits".

Esta situación enlaza con el llamado efecto Google y el impacto que puede tener sobre la memoria el uso de las nuevas tecnologías. "Obviamente hay cosas que ganar y otras que perder". Lo que hay que hacer entonces es tomar medidas para que los beneficios sean superiores a los perjuicios, para ello se ha de tener una actividad cerebral variada, según recomienda el neurorradiólogo. Y lo resume en que a pesar del uso de las nuevas tecnologías, hemos de  "darle vidilla al cerebro".


En el segundo artículo, los expertos dividen sus opiniones sobre la influencia de Internet en las personas. Algunos como el ensayista Carr  se han dado cuenta mediante la lectura, que las nuevas tecnologías han influido en su forma de pensar, ya que ahora mientras leen se distraen con mayor facilidad, y su causa indica que es el uso prolongado de Internet, ya que tiene un enorme potencial para disminuir nuestra capacidad de atención, según el ensayista. Esto ha suscitado debates en foros especializados. Lo que sostienen en comun es que Internet afecta pero hay que ver si esta influencia es negativa o  positiva como afirma el experto en inteligencia artificial Raymond Kurzweil que piensa que este va a ser el primer paso para integrar la tecnología en el cuerpo humano y ampliar las capacidades del cerebro. Según Kurzweil es un error oponer cerebro y tecnología.
 Se trata de un fenómeno incipiente que la neurología y la psicología tendrán que abordar a fondo, pero de momento un informe pionero sobre hábitos de búsqueda de información en Internet, indica que podríamos hallarnos en medio de un gran cambio de la capacidad humana de leer y pensar.

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